No hay relación lógica entre el maltrato a los animales, es decir la industrialización de los alimentos y comer carne. Tampoco hay justificación para esa exagerada y sobre actuada sensibilidad por los animales, que por cierto son brutalmente tratados, pero casi ninguna por los propios trabajadores del sector alimenticio que sufren el mismo tipo de brutalidad. Pero, para alegría de los hiper sensibles, dentro de poco (sólo un par de años) no habrá petróleo, ni gas, ni carbón, ni ningún otro recurso energético o tecnología renovable disponible, que sea suficiente para mantener cualquier tipo de industria en funcionamiento por más ligera que sea. Y la humanidad deberá volver al campo. El colapso se está acelerando.